Tus clientes son seres humanos con sentimientos al igual que tú, y siempre van a estar a la expectativa de que tu marca aporte algo valioso a sus vidas y negocio, aunque sea solo momentáneamente. Desde el momento en que descubren tu existencia comienza a formarse su opinión sobre tu marca y esto puede ser positivo o negativo.
Al invertir en estrategias de atención y servicio para tus clientes, estás invirtiendo en el valor que tu marca transmite. Independientemente de lo que vendas, estás en el negocio de las personas, y al diseñar estándares de alta calidad en el servicio, estás demostrando un interés genuino por escuchar, atender, gestionar y solucionar las inquietudes y dificultades que puedan surgir para tus clientes.
La calidad de tu servicio respaldará los beneficios y características de tu marca o por el contrario, restará y minimizará el valor que tanto esfuerzo te ha costado seguir. Un buen servicio incrementará hasta en un 50% la posibilidad de que un cliente hable positivamente sobre tu marca a su círculo cercano de familiares y amigos. Si logras este tipo de recomendación, estarás fortaleciendo tu promesa de valor y consolidando la confianza en tu marca.
Recuerda que hoy en día, ya no es suficiente tener productos de excelente calidad y precios competitivos, para poder crecer, avanzar y desarrollarte es imprescindible que tu servicio se adapte al perfil de tus clientes, conecte con sus emociones, despierte recuerdos agradables, aporte utilidad y oportunidad, sea percibido como un facilitador de sus objetivos y muestre coherencia en todos los canales en los que está presente tu marca.