Como sociedad, a menudo tendemos a considerar que el futuro de la humanidad recae en las manos y mentes de la juventud. En los últimos dos años, hemos analizado el papel que desempeña la Generación Z en las sociedades modernas. Aunque a primera vista pareciera un análisis generacional similar al que hicimos entre las Generaciones X y los llamados Millennials en su momento, el escenario global que enfrenta la Generación Z es radicalmente diferente. Han tenido que lidiar con una pandemia global, crisis climáticas y tensiones geopolíticas cada vez más recurrentes.
Además, se enfrentan a una nueva ola de disrupción tecnológica impulsada por la inteligencia artificial y un futuro económico en constante evolución. Todo esto sugiere que los patrones de consumo, las relaciones interpersonales y los intereses de esta generación no solo son únicos, sino que también pueden sentar las bases para los cambios sociales más significativos de los últimos 100 años.
Es importante destacar que, en esta ocasión, la afirmación de que el futuro está en manos de la juventud no solo es válida, sino que se vuelve crítica. Para aquellos que forman parte de la Generación Z, el momento de tomar decisiones importantes comienza en 2023, ya que es el año en el que el mayor porcentaje de ellos alcanzará la mayoría de edad en diferentes regiones del mundo.
En Estados Unidos, por ejemplo, aunque solo el 20% de la población pertenece a la Generación Z, su potencial de compra e impacto experimentará un crecimiento exponencial este año. La gran mayoría de este porcentaje (casi 40 millones) ya son adultos y cerca del 70% se encuentra en el rango de edad de 20 a 24 años. Según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales de EE. UU., se prevé que para 2025, tres de cada diez trabajadores serán de la Generación Z, superando en número a la Generación X en compradores digitales. Para países como México, este cambio podría ser aún más significativo debido al alto porcentaje de jóvenes. Según cifras recientes del INEGI, más del 25% de la población total en el país se encuentra en este rango de edades y se espera que en los próximos dos años, cerca de cuatro de cada cinco empleados en el ámbito laboral sean zoomers (miembros de la Generación Z).
No es que en años anteriores no hubiera miembros de la Generación Z que alcanzaran la mayoría de edad, sino que el cambio radica en el volumen de jóvenes que están comenzando a alcanzar la madurez. Su deseo de cambio no será una novedad o una minoría, sino que su presencia será la nueva norma en los ámbitos laborales, políticos, sociales y económicos.
Parte de estos cambios sin duda ocurrirán en plataformas digitales como YouTube, donde millones de jóvenes dedican la mayor parte de su tiempo en internet. Un reciente estudio de YouTube de la serie "Vibes" ha identificado tres aspectos centrales que esta generación está comenzando a influir a través de la creación. Primero, está el desarrollo de una nueva forma de activismo impulsada por su interés en creadores y comunidades que abogan por diversas temáticas, como el impacto ambiental o que conectan con su espíritu de cambio.
El estudio también destaca que se han convertido en la primera generación que no solo consume contenido, sino que también utiliza el video como herramienta para enfrentar los tiempos de incertidumbre, explorando contenidos de bienestar personal o neuroestimulantes. El informe señala que el 53% de los jóvenes en América Latina afirman que YouTube les ayuda a expandir sus horizontes mentales.
Finalmente, el informe de "Vibes" ofrece un vistazo a lo que fenómenos como el metaverso podrían significar para ellos, ya que el 50% de los jóvenes de la Generación Z en México y Perú tienen la posibilidad de contar con avatares virtuales que les permiten realizar acciones físicamente imposibles para transformar su entorno, estilo de vida e incluso su apariencia física. Esto se refleja claramente en el crecimiento exponencial de figuras como los VTubers, quienes han construido comunidades de millones de seguidores que siguen de cerca la vida de estas celebridades sintéticas, como si se tratara de una escena de la película de ciencia ficción, "Ready Player One".
No podemos simplemente delegar a las nuevas generaciones la responsabilidad de resolver los problemas que enfrentamos hoy. Ahora, más que nunca, es crucial entender y colaborar con la Generación Z, ya que en ellos podría residir la clave para avanzar en los grandes desafíos que afronta la sociedad.
